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Diez heladerías artesanales de…

May 30, 2025
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En callejones estrechos y en grandes avenidas. En un barrio del centro y en un distrito periférico. En Barcelona es posible encontrarse con una heladería en cualquier rincón. Algunas atesoran una larga historia y apuestan por sabores clásicos, mientras que otras llegaron hace poco y cuentan con una oferta más rompedora, pero todas conviven en perfecta armonía. La siguiente recopilación es muestra de ello, además de una invitación a explorar la cara más dulce y refrescante de la ciudad ahora que llega el calor.

Enric Granados, 15, paseo Sant Joan, 59 y Muntaner, 59
Delacrem

Massimo Pignata en la nueva tienda Delacrem Terra en la calle Muntaner

Delacrem

Cuando Massimo Pignata arrancó en 2010 con su Delacrem no tenía en mente ningún proyecto empresarial, sino la firme voluntad de hacer un helado cremoso que conquistara a todos los públicos en cualquier época del año. La apuesta por lo artesanal y un producto de la máxima calidad salió bien, porque 15 años después cuenta con el local original en Enric Granados, otro que abrió en el 2019 en paseo Sant Joan, y hace apenas dos meses uno nuevo en la esquina de Muntaner con Consell de Cent. Este último, bautizado como Delacrem Terra, es fruto de su compromiso con el producto local. Por eso, aquí el pistacho no es de Sicilia, sino de Les Garrigues, la avellana de Reus y no de Piamonte, y hay sabores tan cercanos como la miel de romero de Castelldefels o la naranja del Baix Ebre con pistachos.

Parlament, 56 y Balmes, 130
Sirvent

Dídac Mullor en la histórica horchatería-heladería Sirvent

Mané Espinosa/Propias

En una ciudad con tanta oferta, conseguir una clientela fiel que forme colas casi a diario frente al local es algo solo al alcance de establecimientos como la histórica Orxateria-Torroneria Sirvent. Como su nombre indica, desde 1928 funcionan con el viejo modelo de negocio por el cual durante el invierno venden turrones y bombones y, una vez llega el buen tiempo, en el local contiguo sirven helados y horchatas, tan populares que les llevó años después a abrir otro espacio solo dedicado a estos dos productos en la calle Balmes. Dídac Mullor Sirvent es la cuarta generación de esta casa en la que cuentan con una variedad de 23 sabores distintos y caseros, granizados y, por supuesto, horchata, además de fueras de carta como palmeres , canaris o piscolabis.

Sèneca, 18 y Ausiàs Marc, 55
Paral·lelo Gelato

Francesco, Matteo y Marco posan en su heladería Paral·lelo Gelato en la calle Séneca

Marti Gelabert / Propias

Acudir a esta casa es una apuesta segura si lo que se busca son helados de altísima calidad y con una dosis de originalidad. El año que viene celebrarán su primera década y presumen de seguir manteniendo su esencia. Una buena materia prima, en la que se priorizan los ingredientes de temporada y de proximidad, y un proceso de elaboración artesanal que aporta a los helados una textura y cremosidad excepcionales. Si se pregunta a cualquiera de los tres socios, Matteo, Marco y Francesco, sobre lo que los distingue de otras propuestas, seguramente la respuesta que obtengan es que para triunfar “hay que explorar”. Lo dicen por las combinaciones de sabores que idean, como la de yogur con cardamomo, otra de queso azul, de regaliz o, la más reciente, de frambuesa, rosas y pimienta de Sichuan.

La Rambla, 136
Gelato Collection

El espacio de Albert Adrià y Alfredo Machado en La Rambla

Àlex Garcia / Propias

No hace ni un año de la apertura de su primera heladería, pero Albert Adrià y Alfredo Machado ya tienen local para la segunda. Según avanzan, compartirá espacio con la tienda de Torrons Vicens de paseo de Gràcia y contará con una cafetería, una amplia terraza y una oferta de 20 helados. Como en su establecimiento de la Rambla, los sabores se dividirán en cuatro familias –clásicos, de temporada, de autor y con alcohol– y su rotación irá aumentando poco a poco, basándose en la temporalidad de los productos. Eso sí: habrá que esperar hasta finales de agosto para disfrutarlos en la nueva ubicación, con vistas a la casa Batlló.

Aribau, 16
La Valenciana

En La Valenciana elaboran helados con leche fresca que pasteurizan ellos mismos en su obrador

Ana Jiménez/Propias

“Todo comenzó con mi bisabuela, María Planelles, quien llegó a Barcelona con una maleta repleta de turrones. Cuando tuvo una buena clientela, abrió un local en la esquina de Aribau con Gran Vía, donde la oferta creció poco a poco con horchata, helados y bombones”, explica Ana Cortés, cuarta generación junto a sus hermanos Guillermo, Carlos y Severino al frente de esta heladería-horchatería con más de un siglo de vida. Hoy la tienda se sitúa en el número 16 de la calle Aribau, donde sirven sabores de toda la vida elaborados con leche fresca que pasteurizan ellos mismos. Las formulaciones no han cambiado en todos sus años de rodaje. Tampoco su respeto por el oficio. “Apostamos por el mejor producto y nos ocupamos de todos los procesos”, aseguran. No se pierdan su horchata natural ni sus esponjosos fartons (¡pidan el auténtico!), que también elaboran cada día en su obrador.

Rambla del Poblenou, 44-46
El Tío Che

El Tío Che, famoso por su horchata, también ofrece helados artesanales

Joan Mateu Parra/Propias

Sería un pecado hablar de heladerías históricas sin mencionar al Tío Che. Aunque nació en la Barceloneta en 1912, fue en el Poblenou donde echó raíces. Corrían los años 30 cuando la familia Iborra se trasladó a un pequeño local de este antiguo barrio industrial. “Aquella tienda duró poco. Una bomba la hizo trizas durante la Guerra Civil”, cuenta Tere Moreno, cuarta generación a cargo del negocio. ¿La suerte? No hubo heridos y pudieron recuperarse. Dos años después ya funcionaban en un nuevo establecimiento de la Rambla del Poblenou y allí siguen. Sus helados clásicos (vainilla, chocolate, nata…) y su horchata, elaborados con buena materia prima, son un éxito. “Intentamos ofrecer momentos de felicidad, de placer”. Más creativos son los sabores que Irena Iborra, la hija de Moreno, elabora en Mamá Heladera, basados en los recuerdos de sus clientes.

Plaza de la Virreina, 3
Amma Gelato

Uno de los helados de Amma Gelato

Amma Gelato

En uno de los laterales de la plaza Virreina, en Gràcia, se encuentra este pequeño y minimalista local que es Amma Gelato. Arthur dejó su trabajo en la industria petrolera para montar una heladería vegana en la que también se puede encontrar una pequeña muestra de bollería de Petit Pastís –sus cookies acom­pañan de maravilla su helado de gianduja con avellanas de Piamonte o el de cacao ecuatoriano–. Entre sus sabores, además de los ya mencionados, hay algunos cremosos, como el de pistacho siciliano, el de caramelo salado y cacahuetes o la combinación de aguacate, coco y lima, y otros más refrescantes, como el granizado de limón o el de sandía, menta y lima.

Plaza Rovira i Trias, 5
Cloud

Murizio Lunardi elabora diariamente helados artesanos en su tienda de Gràcia

Cloud Gelato

Murizio Lunardi aterrizó con su heladería en la plaza Rovira i Trias hace apenas tres años y está encantado. Pese a llevar poco tiempo en Gràcia, asegura haberse ganado a los vecinos con los helados que elabora diariamente en su obrador. “Hay sabores que pueden agotarse durante el día”, advierte este heladero italiano, lo que es una buena señal, pues indica que aquí no hay sitio para procesos industriales que acortan tiempos. En cualquier caso, no se quedarán sin opciones, porque hay más de 20 sabores entre los que escoger, incluidos tres tipos de pistacho, avellana de Piamonte y chocolate 100%. El Marrakech, con almendra, miel, pistacho y caramelo, es otro de sus helados estrella. Y si se quedan con hambre, pueden probar los dulces que ha añadido recientemente a la oferta, desde cookies y alfajores a tiramisú en vaso.

Llibreteria, 7
Gelaaati di Marco

Marco Di Consiglio en su heladería cercana a la plaza Sant Jaume

Colaboradores

A dos pasos de la plaza Sant Jaume, entre tiendas de souvenirs, el heladero Marco Di Consiglio lleva dos décadas conquistando los paladares de turistas y locales, lo más complicado. Aquí hay helados para todos los gustos (clásicos y otros de más originales, como el de roll de canela o el de leche de arroz con naranja confitada), e incluso sabores con más de una opción: el de pistacho, por ejemplo, puede elegirse entre Bronte DOP; Milanés, con ricotta y azafrán; Extra Vaganza, sin leche ni azúcar; o Cremino Pistacchio, con mascarpone.

Córsega, 245, Rogent, 9 y Fabra i Puig, 115
Brina

Algunos de los helados de Brina

Brina

¿Conocen la calle Rogent? Si no es así, visítenla en su próximo paseo. Peatonal y con árboles a cada lado, es una vía donde la vida de barrio todavía no ha cedido frente el turismo masivo. Allí se encuentra Brina Gelateria i Orxateria, una empresa de origen molletense perfectamente integrada en el barrio. El helado de menta y chocolate o el de garrapiñadas están entre los favoritos de sus parroquianos.

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